Faltan poco menos de 2 horas para llegar a Istambul. Estoy al fondo del avión, rodeado de señoras mayores con, al parecer, poca experiencia viajera, que están teniendo problemas de comunicación con la tripulación que sólo habla turco e inglés.
Todavía no entiendo por qué hay tantas mujeres mayores de 50. Para mí que vienen en grupo a visitar Turquía, con esperanzas de conocer a Onur. Lo que genera una novela…
Nosotros tenemos 12 horas de escala en Istambul, en nuestro largo camino hacia Madrid. Una escala rara, pero que no podíamos dejar pasar, cuando vimos el precio. Buenos Aires – Madrid por $6900 (pesos argentinos) finales y en 18 cuotas sin interés. Imbatible!
Mi primer viaje a Europa en verdad; cuando era chico vine a jugar un torneo de básquet a Francia, pero estuvimos todo el tiempo «concentrados» y no exploramos nada. Mi primer viaje de mochilero 100%; hace un par de años viajé a Hawaii solo y con poco equipaje, pero no con mochila al hombro. Mi primer viaje largo solo, lo máximo hasta ahora habían sido 15 días por mi cuenta.
Ahora son 10 días junto con mi papá y 50 días solo, un gran desafío. Estuve pensando escribir un articulo sobre «viajar solo», y fue mutando hacia «habilidades necesarias para poder viajar solo» y viajar en general, y terminó con el foco en la que yo considero más necesaria, que es la flexibilidad.
Y con flexibilidad me refiero al concepto más amplio y que incluye apertura mental, capacidad de adaptación, y capacidad de aprendizaje.
No sólo para los viajes, la flexibilidad es la habilidad más importante para lograr lo que cada uno se propone. Sobre todo hoy en día, con el ritmo vertiginoso de cambio que tiene el mundo.
Más del 70% de los chicos menores de 10 años van a trabajar en trabajos que todavía no fueron inventados. Hay que enseñarles a repetir, o a pensar y adaptarse?
Ya lo decía Darwin hace casi 200 años, el que no se adapta desaparece. La tecnología acrecienta el ritmo de cambio y está bien. No hay que negarse al progreso, hay que progresar y adaptarse.
Nadie se debería quedar atrás, aunque primero deberíamos reformar el sistema educativo. No hay que tenerle miedo al cambio. Todas las actividades que no agregan valor y que son mecánicas, deberían ser hechas por máquinas; y lentamente todos deberían migrar a una economía de servicios, que es donde está el mayor valor agregado.
Cambiar no es fácil, implica dejar atrás lo conocido, y adentrarse en el mundo de lo desconocido. Implica abrir el abanico de posibilidades, de posibles resultados. Dejar la previsibilidad y abrazar la incertidumbre. Salir de la zona de confort.
Por algo se llama zona de confort, porque estamos cómodos. Viviendo siempre en la zona de confort, sin asumir riesgos, sin cambiar vamos a llegar a resultados promedios, ser personas «promedio».
La seguridad (desde todo punto de vista) que había hace 50-100 años ya no existe, lo único seguro es el cambio.
Y ante todo cambio podemos hacer 3 cosas, tenemos 3 alternativas: negarlo, quejarnos, o aceptarlo y hacer algo al respecto.
La primera opción es la peor, porque no hay peor ciego que el que no quiere ver, y quizá cuando queramos adaptarnos, ya sea demasiado tarde. La segunda opción tampoco tiene mucho sentido cuando no influimos en los resultados. Todos nos quejamos un poco, pero lo importante es pasar a la tercer opción lo antes posible. Quejarse, sin hacer nada, es perder el tiempo.
Aceptar el cambio y adaptarse es la única manera de seguir adelante, la única manera de progresar, y no quedarse atrapado en el pasado.
Y personalmente creo que hay una cuarta opción que es la mejor: crear el cambio.
Cambiar algo o alguien (siempre para mejor) es mucho más fácil de lo que parece, a veces alcanza con una sola palabra en el lugar y tiempo correcto. Pequeñas acciones se pueden transformar en grandes movimientos si tenemos buenas intenciones y somos estratégicos.
Qué tiene que ver todo esto con los viajes??
Estamos llegando a Istambul y tengo que cerrar el artículo. Quise escribir sobre la flexibilidad porque es una habilidad que estoy entrenando hace ya 7 años, y de manera muy intensa los últimos 3 años. Cambié todo y me fui adaptando. Creo firmemente que el cambo y el hecho de salir de la zona de confort es la mejor manera de crecer como persona.
Tienen miedo? Todos tenemos miedo, todos.
La diferencia es que a algunos el miedo los paraliza, y otros se sobreponen.
Yo no tengo ni la más mínima idea de qué voy a hacer o dónde voy a estar los próximos 50 días, pero está bien, hay que aprender a vivir con la incertidumbre.
De seguro va a ser un gran desafío, lleno de experiencias interesantes que iré transmitiendo en el blog y en las redes sociales.
Hasta entonces!
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