Siguiendo con los lugares más interesantes para visitar de Buenos Aires, en ésta oportunidad visité una atracción muy linda e importante.
Como yo durante la semana trabajo, el sábado bien temprano fuimos con Patrice, un amigo francés, a visitar el reconocido Teatro Colón. Desde el barrio de Belgrano, tomamos el colectivo 59 y nos dejó en la puerta del teatro, sobre la mítica avenida 9 de Julio.
El Teatro Colón es uno de los teatros más importantes del mundo por su tamaño, acústica y trayectoria. Según dicen está en el podio de los mejores teatros del planeta junto con La Scala de Milán y a la Ópera de París. En el año 2010, para la conmemoración del bicentenario del primer gobierno argentino, reabrió sus puertas luego de una gran restauración conservativa y modernización tecnológica que le devolvió el brillo de su época dorada.
La mejor forma de recorrerlo es hacer una visita guiada. Se puede realizar una visita guiada casi todos los días del año (salvo algunos feriados especiales), de 9 a.m. a 5 p.m. Los días que hay función se puede llegar a modificar el horario. Nosotros a las 9:30 ya estábamos en la puerta.
Apenas entramos ya nos dimos cuenta que la experiencia iba a ser espectacular. Se respiraba un ambiente «distinguido», estaba lleno de extranjeros y todo el lugar se veía muy bien cuidado y prolijo. Compramos la entrada ($50 para mí y $130 para mi amigo por ser extranjero) y esperamos 15 minutos hasta que arrancó nuestro recorrido.
Después nos detuvimos a apreciar el Foyer de los Bustos, donde se pueden observar esculturas de grandes compositores históricos como Mozart y Beethoven. Es increíble lo impecable que está todo y como se nota el trabajo de la restauración.
Después pasamos al salón dorado que tiene inspiración francesa y se caracteriza por el dorado a la hoja de su decoración, las columnas talladas, las arañas, los vitrales y el mobiliario de la época. Realmente es espectacular!
Y después de eso, finalmente pasamos a la inmensa sala, que como todo el Teatro, se caracteriza por la confluencia de los estilos francés e italiano. La cúpula del teatro es imponente, el enorme escenario, las elegantes butacas de la platea, los distinguidos palcos, los palcos para las viudas, «el gallinero»,etc. Todo reluciente y muy elegante.
Terminó la recorrida, salimos del teatro hacia la calle 9 de Julio, antiguamente la más ancha del mundo (ahora la cortó el eficiente Metrobus), y sacamos un par de fotos más.
Terminamos la recorrida y nos fuimos hacia la zona de Puerto Madero. Bajamos caminando por corrientes un par de cuadras y seguimos con «el tour» por Buenos Aires.
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