A los 5 años empecé a practicar tenis en el club de mi barrio; a los 6 me cambié al fútbol, deporte que practiqué por 3 años en el colegio; pero fue recién a los 9 que me enamoré de un deporte: el básquet. Empezamos en el club de mi barrio con mi primo (2 años menor) y mi hermano (3 años menor).

Si en ese momento me hubieran dicho todo lo que iba a vivir gracias al básquet, no lo hubiera creído. Jugué 4 años en ese club y después, a los 13, me llamaron de Atenas, el club más importante de Latinoamérica, el lugar donde brillaron Marcelo Milanesio, el «Pichi» Campana, Fabricio Oberto, entre otros.
No me llamaron porque haya sido muy bueno, sino porque era deformemente alto. A los 13, ya medía 1,90 mts. Sí, una locura. Si no recuerdo mal, había sólo uno chico de mi categoría en toda Argentina más alto que yo en esa época.
Pero bueno, el básquet empezó a ocupar un lugar cada vez más grande en mi vida.
Entrenaba todos los días después del colegio, y casi todos los fines de semana, entre el club y las distintas pre-selecciones y selecciones. Los otros deportes dejaron de interesarme (el básquet es muy dinámico y en comparación, la mayoría de los otros deportes parecen aburridos). Mi foco se intensificaba cada día más.
Mi ídolo en aquel entonces era Michael Jordan. Como todos, era hincha de los Chicago Bulls. A nivel local mi ídolo era Marcelo Milanesio, un deportista excepcional. Pero ellos se retiraron cuando yo empecé a jugar más en serio, entonces tuve que buscar otro espejo en el cual reflejarme y otro «role model» a imitar.
No fue muy difícil encontrar un nuevo ídolo: Manu Ginóbili.
Hoy en día puedo decir, sin miedo a las críticas, que es el mejor deportista argentino de todos los tiempos. Sin dudas.
Y no me vengan con Maradona, a quién le ganó? Es uno de las peores exportaciones de este país, un mal ejemplo por donde se lo mire, y además no ganó ni la mitad de títulos que Ginóbili. Manu se cansó de acumular títulos por cada equipo en el que estuvo, y distinciones personales:
- 4 veces campeón de la NBA (que sería como campeón mundial de clubes).
- Campeón olímpico con la selección.
- Sub-campeón mundial con la selección.
- Campeón Europeo de clubes.
- Entre muchos otros.
La NBA, la mejor liga del mundo, era algo muy lejano para los latinos, y a pesar de que no fue el primer argentino en jugar en Estados Unidos, Manu fue el que la acercó al público masivo y el único que se convirtió en superestrella.
Por todo esto, no podía ir a Estados Unidos de work and travel y no ver al menos un partido de los San Antonio Spurs, equipo en el que juega Manu.
Ver un partido de NBA era un sueño que tenía desde muy chico, y para colmo ver a mi máximo ídolo, era lo más!
En realidad, yo había tenido la posibilidad de tener un entrenamiento con él cuando era más chico en el marco de una gira de promoción de la NBA en 2004 cuando pasaron por Córdoba. Se organizó una clínica de básquet con la selección de Córdoba sub 15 de ese momento (de la cual yo era parte) y pasamos unas horas con él y uno de los asistentes del gran Popovich (Mike Budenholzer, actual técnico de los Atlanta Hawks). Al final nos regaló una pelota o camiseta y una foto de él. Increíble!!
Eso fue en 2004, después de la primera temporada de Manu en la NBA, en la que San Antonio salió campeón. Pasaron los años y la figura de Manu creció enormemente en la NBA y San Antonio se consolidó como una de los mejores equipos de todos los deportes de todos los tiempos.
Yo quería verlo en un partido de NBA; y tuve la suerte de poder hacerlo.
Vivíamos en Lake Tahoe, y el estadio más cercano era el de los Kings en Sacramento (sólo 2 horas); así que buscamos la fecha en la que los Spurs iban a Sacramento, pedimos el día en el trabajo y nos preparamos para el show. Alquilamos un auto, salimos bien temprano, paramos a la mañana en un complejo de outlets a comprar unas cosas (era nuestra primera temporada y todavía no podíamos creer los precios tan baratos); y después, a la tarde, nos fuimos a recorrer rápidamente Sacramento.
Para alquilar autos, les recomiendo Holiday Auto Car Hire. Un buen sitio donde buscar las mejores opciones en todas las ciudades.
Básicamente manejamos un poco por la ciudad y sólo paramos a recorrer una zona llamada Old Sacramento. Una especie de «lejano oeste», tierra de cowboys, con algunos detalles un poco más actuales. Muy bueno, entretenido! Calles súper anchas, veredas de listones de madera y todas construcciones bajas con carteles de aquella época.
Desde ahí nos fuimos directo al Arco Arena, el estadio de los Sacramento Kings. Entramos y por suerte nos dejaron bajar mientras los equipos entraban en calor, así que tuvimos la posibilidad de estar bien cerca de la cancha; un sueño!
La particularidad que se dio este año, es que en Sacramento jugaba el gran «Chapu» Nocioni; así que había un argentino en cada equipo.
Antes de que empezara el partido nos fuimos a nuestros asientos, bieen bien arriba y disfrutamos del show previo. Muchas luces, mucha música. La NBA es un show primero y básquet después.

Show de entretiempo, sigue el partido, y terminan ganando los Spurs por 2. Manu la rompió! En un momento metió un volcadón terrible que festejé como loco en el medio de fanáticos de los Kings. Por suerte los norteamericanos son muy respetuosos y menos pasionales, así que no hubo problemas. En otro lado me hubieran matado.
A la vuelta hacia South Lake Tahoe, paramos a comer uno de los famosos «In N Out», también paramos a sacarnos una foto con la entrada al centro de ski Sierra, hicimos una parada técnica en el Lakeside Inn and Casino de South Lake Tahoe, y a dormir.
Todo eso fue en mi primera temporada….
En mi segunda temporada hicimos algo muy parecido. Compras en los outlets de Folsom y después partido. De vuelta bajamos durante la entrada en calor. Esta vez, Manu Ginobili se acercó al grupo de argentinos a firmar autógrafos.
Como la mayoría de los argentinos eran amigos o conocidos míos, y yo sabía que estaban ahí de «cholulos» pero no sabían nada de básquet, le hice una pregunta sobre el premundial que se iba a hacer en Mar del Plata a Manu. Levantó la mirada, se dio cuenta que no era un fan más y tuvimos un ida y vuelta de 30 segundos. Un genio!

El partido fue una anécdota, San Antonio ganó muy comodamente.

El tercer año, hubo lockout patronal (básicamente un paro de los dueños por no llegar a un acuerdo con los jugadores de la NBA). Las fechas se reprogramaron y el partido de San Antonio en Sacramento no fue en las fechas que yo estaba ahí. Pensé en irme a San Antonio a ver un partido y conocer la ciudad, pero no se dio.
Igualmente más que feliz de haber podido ver a mi ídolo varias veces en distintas situaciones.
Ahora quiero ver al animal de Lebron James, posiblemente el mejor de toda la historia.
Veremos que pasa…. hasta la próxima!
muy divertida tu experiencia con Manu y comparto contigo que Maradona no es el ejemplo ni el ejemplar para representarnos.
Sii, Manu es un genio! Un gran ejemplo de deportista y como persona!! Va a ser muy difícil que haya otro igual.
Hola Fran, genial tu experiencia.
Yo viajo en dos meses a la Florida, y quizás la última posibilidad que me queda es ir a ver a Manu a San Antonio. No hay drama en sacar una ubicación medianamente cercana y bajar para sacar foto? Muero por verlo jugando allá. Abrazo
Hola Hernán!
Lo mejor para poder bajar es ir bien temprano cuando están entrando en calor. En ese momento los guardias suelen ser más flexibles y te podés acercar a la cancha bastante. Qué envidia que te tengo jaja. Este año puede que sea el último (nunca se sabe con este animal), qué lindo sería verlo de nuevo.
Éxitos y después me contás cómo te fue.
Saludos desde Lima!
Muy buen post!
Estuve googleando tu historia con el básquet, luego de escuchar tu podcast, y llegué acá.
Me mató el final, ya hablabas de Lebron en el 2014 como el mejor de toda la historia, y hoy en día sigue jugando y rompiéndola.
Abrazo!