Esta ciudad no es ni cerca una de las más turísticas de Estados Unidos, pero realmente me sorprendió lo linda y organizada que es. Yo tuve la oportunidad de visitarla en mi primer viaje largo al país del norte, al finalizar mi primera experiencia de Work and Travel.
Viajaba con una amiga y habíamos planeado tener 7 días entre que llegábamos a New York y volvíamos para Argentina. Cinco de esos días íbamos a recorrer «la gran manzana» y los otros dos no sabíamos si ir a Boston o a Washington. Decidimos la segunda opción porque «conocíamos» un poco más de la ciudad y como solo íbamos a estar dos días iba a ser más fácil recorrerla.
Alquilamos un auto en el aeropuerto de La Guardia en New York y nos fuimos manejando hasta la ciudad capital. Nos quedamos en un motel barato (motel en Estados Unidos no es lo mismo que en Argentina, aclaro). Fue la primera vez que utilizamos Hotwire para reservar. Lo innovador de este buscador es que no te dice lo que estás comprando hasta que ya pagaste. Por esa mecánica, de no mostrar los nombres de las compañías hasta que ya se reserva, es que muchas veces es más barato. No es comprar ciego, te detalla las características generales del lugar y una ubicación estimada. Para reservar autos, Hotwire es muy buena!
Y así fue como terminamos en un motel en Arlington, Virginia, una ciudad al lado de Washington (es como si fuera Capital Federal y Provincia de Buenos Aires, están pegados, es sólo una distinción política entre la capital y provincia). Llegamos a la tardecita, dejamos las cosas y salimos en el auto a recorrer las atracciones que habíamos planeado. Lo más cercano era el Pentágono, así que hacia allá fuimos. Tuvimos que estacionar bastante lejos, porque es un lugar lleno de seguridad, donde no se juega, ni se deja nada al azar. No hicimos ningún tour porque íbamos a estar menos de 2 días, así que fuimos caminando para ver que podíamos visitar. Pasamos por un túnel subterráneo y salimos muy cerquita del edificio.
Al pentágono no le podíamos sacar fotos porque está prohibido, pero fuimos hasta el Pentagon Memorial, un monumento conmemorativo que recuerda el atentado del 9/11 o del 11 de septiembre. Esto es algo que se repitió durante toda la estadía en Washington. Por cada guerra en la que participó Estados Unidos, hay un memorial, por cada atentado también, así que calculen que en una ciudad que no es tan grande como Washington, está lleno. Hay zonas donde cada 50 metros hay un memorial.
Volvimos al auto, y manejamos por ahí cerca hasta el Arlington Cemetery, el cementerio que siempre sale en las películas donde mueren militares estadounidenses. Hay más de 400.000 tumbas, es enorme. No entramos, nuevamente porque no teníamos suficiente tiempo, pero alcancé a sacar una foto.
Como ya se estaba haciendo de noche, nos fuimos hasta la zona más céntrica y buscamos lugar para estacionar. Y desde ahí dimos una vuelta, ya de noche, por varios lugares históricos y famosos. Primero que nada fuimos al Capitolio, lo que equivale al Congreso de la Nación, edificio donde trabajan y sesionan los diputados y senadores nacionales. Una construcción espectacular, muy imponente. Mientras estábamos ahí, había un grupo de gente haciendo un tour en segways, muy bueno.
En aquel entonces la cámara de fotos que tenía no era muy buena y es por eso que las fotos de noche no salieron tan nítidas. Pero les aseguro que la vista nocturna del Capitolio era espectacular. Caminamos y pasamos por una gran cantidad de edificios importantes como la Corte Suprema de Justicia, el Departamento de Justicia, la sede del F.B.I., y varios museos.
Ultima recorrida de la noche alrededor del Washington Monument, un enorme obelisco construido en honor a George Washington, el primer presidente de Estado Unidos. Como estábamos muy cansados, nos fuimos a dormir, y al día siguiente arrancamos la recorrida en el mismo lugar.
Fuimos en subte, porque la noche anterior había sido difícil conseguir estacionamiento, y casi todo se podía recorrer caminando.
Con la mala suerte de que se largó a llover con todo. Era nuestro último día en Washington, y el único que íbamos a tener entero para recorrer, así que no nos importó y seguimos caminando como si nada, abajo de la lluvia. Menos mal que teníamos buenas camperas y que eran impermeables, sino hubiera sido imposible, llovía mucho mucho.
Desde ahí salimos caminando en dirección al río Potomac. En este viaje, principios del 2010, todavía no eramos muy tecnológicos. Recorríamos con mapa físico en mano, y como la lluvia era torrencial, el mapa no servía. Así que caminábamos «sin rumbo» descubriendo monumentos al pasar. Los más grandes los conocíamos de películas y de estudiar historia, pero igual, hay tantos que, los íbamos descubriendo en el camino.
Y lo primero que nos encontramos en el camino hacia el Lincoln gigante, fue el World War II Memorial. Un monumento enorme con una fuente al medio, y un pilar por cada estado del país, más una pared negra con 4048 estrellas doradas que representan, cada una, 100 norteamericanos que murieron en la Segunda Guerra Mundial. El monumento también tiene varias frases célebres de personajes históricos del momento, y una frase un poco polémica cerca de la pared con las estrellas, que representan los más de 400.00 estadounidenses muertos en la guerra, que dice: «Here we mark the price of freedom», que traducido sería: «Aquí marcamos el precio de la libertad». Fuerte!
Desde ahí, seguimos caminando y pasamos por el espejo de agua enorme de forma rectangular (lugar donde se han dado grandes e históricos discursos como el de Martin Luther King Jr. «I have a Dream…», o los de toma de posesión de todos los presidentes, o de la película «Forrest Gump»). Pasamos el espejo de agua y terminamos en el reconocido Lincoln Memorial. Este es uno de lo más grandes y más imponentes, construido en honor a Abraham Lincoln, presidente de Estados Unidos durante la guerra civil y famoso por abolir la esclavitud. Subimos las interminables escaleras y vimos la enorme estatua de mármol blanco.
A un lado del enorme monumento está el Vietnam Veterans Memorial, en honor a los veteranos de la guerra de Vietnam, la única que Estado unidos perdió oficialmente. Es un muro negro muy grande (75 mts.) con los nombres de las más de 58.000 personas que murieron en combate. Realmente es impresionante. Del otro lado del Lincoln Memorial está el Korean War Veterans Memorial, en honor a los que pelearon en la Guerra de Corea. Son 19 soldados de acero inoxidable, casi de tamaño real (un poco más grande, como de 2 mts. cada uno) representando a las 3 fuerzas. Todos dispersos, formando un triángulo, muy bueno.
Seguimos caminando hasta el Thomas Jefferson Memorial, uno de los más lindos arquitectónicamente. Para eso fuimos bordeando el río, que en esa parte parece una laguna, y caminamos entre los árboles de cerezas. Un dato de color, que nos causó mucha gracia, es que varias de las calles tenían nombres como: Independence Ave., Constitution Ave., etc.
Loa árboles estaban en plena época de florecer y justo esos días se celebraba el Cherry Blossom Festival. A lo lejos divisamos el Monumento a Jefferson y nos fuimos directo para allá.
Adentro hay una estatua de bronce muy grande de uno de lo padres fundadores de Estados Unidos y tercer presidente, Thomas Jefferson; y las paredes tienen inscripciones de frases muy importantes que él dijo en momentos cruciales para el país.
Última foto desde lejos y seguimos caminando.
Fuimos directo al Smithsonian National Air and Space Museum. Mi papá había estado en un congreso en Washington unos años antes y me había dicho que el museo del aire y del espacio estaba muy bueno. El Smithsonian es el complejo de museos e investigación más grande del mundo. Una lástima que no teníamos tiempo, así que decidimos entrar sólo al museo de aire y del espacio. La verdad que está muy bueno!!
Dimos vueltas y vueltas entre aviones de todas las épocas hasta el cansancio. Muy buen museo! Como estábamos muy cerca, volvimos a visitar el Capitolio, pero esta vez de día.
Finalmente fuimos a ver a The White House, más conocida como la Casa Blanca, la residencia del presidente de los Estados Unidos y su familia. Uno de los lugares con más seguridad del mundo. Recuerdo que sólo se podía acercar a la reja caminando, nada de autos, y para colmo, en realidad había un parque enorme entre las rejas y la casa blanca. Por suerte la cámara tenía buen zoom.
Al frente de la casa blanca recuerdo haber visto un pino gigante que tenía un cartel al lado. Nos acercamos a leer y resultó ser el pino de navidad oficial (National Christmas Tree), donde todos los años el presidente pone las luces de navidad y adorna el árbol en una ceremonia oficial que da inicio a las festividades, ante una multitud de gente.
Se nos acabó el tiempo, recorrimos Washington, o parte de la ciudad en realidad, a las apuradas, en forma re desordenada, pero alcanzamos a ver lo más importante. Como fue hace un par de años, no me acuerdo de todo, reconstruí el recorrido con las fotos y google maps, aunque seguro me quedaron cosas sin contar. En conclusión, Washington es una ciudad que me encantó, todo muy arreglado, muy limpio, muy ordenado. Historia por todos lados! Muy bueno!!
Deja una respuesta