Todo el mundo me hablaba maravillas de Barcelona. Personas de diferentes partes del planeta, sobre todo jóvenes, me decían que Barcelona tenía algo especial, que no era igual que otras ciudades. Que tenía un no sé qué que encandilaba a todos. Decidí ir a comprobarlo.
Sagrada Familia, Sagrada Familia, Sagrada Familia. Gaudí, Gaudí, Gaudí. Todos me hablaban de lo mismo. Si bien sabía que la famosa iglesia, y obra maestra de Gaudí, era la atracción principal, quería conocer un poco más de la segunda ciudad de España. Por esto mismo planeé estar 3 días completos.
Venía del frío de Milán y cuando llegué a Barcelona la diferencia de temperatura se notaba. Por fin iba a poder dejar la campera antes de salir, o al menos los guantes y el gorrito. Me tomé un bus desde el aeropuerto hasta el centro y fui caminando desde la Plaza España hasta el hostel que estaba cerca de la Avenida del Paralelo.
Por fin podía volver a hablar mi idioma nativo. Venía tan acostumbrado a hablar con todos en inglés, que tenía que pensar antes de hablarle a alguien. Hasta que llegué al hostel y extrañamente era todo inglés. Hasta los viajeros que trabajaban en el hostel hablaban inglés, casi ninguno hablaba español (estábamos en Barcelona), una locura.
Dejé las cosas y salí a caminar. Era bien temprano en la mañana y quería aprovechar al máximo el primer día. No hicieron falta más de 5 cuadras para darme cuenta el salto en el nivel de desarrollo en comparación con Italia. Todos los autos paraban en las esquinas cuando me acercaba a la senda, increíble.
Pasé por el Palau Güell pero salía muy caro y no estaba informado si valía la pena. Seguí caminando y llegué a la Plaza Real. Que entendí que era como la plaza mayor. Y me encontré con un curioso mercado de monedas, billetes, sellos y estampillas. Lleno de puestos, lleno de gente.
Caminé, pasé por una basílica, y después llegué a la Plaza del Ayuntamiento. Había muchísima gente haciendo cola para entrar a ver un pesebre malísimo, con unas figuras de cartón que se movían y que se veían desde afuera, la verdad no lo entendí.
Pasé por una plaza con un mercado de pintores, otra basílica, y de ahí a una iglesia. Era domingo, y visitar iglesias los domingos es más interesante porque se puede entrar cuando hay misa. El problema es que hay mucha más gente. Caminaba todo por unas callecitas angostas, con edificios de 4-5 pisos, y muchas banderas de Cataluña colgando (algún día lograran la independencia de España?).
Llegué a la Plaza Nova, y me encontré con un mercado navideño. Aunque de día los mercados navideños no tienen tanto encanto. Lo que sí me llamó la atención fue un coro que estaba cantando canciones de iglesia en la calle, al lado de los restos de una muralla romana.
Y seguí caminando. Callecitas, plazas, callecitas, plazas. Gente tapeando, callecitas, plazas. Hasta que llegué al Arco del Triunfo (sí, Barcelona también tiene uno), y disfrute de la variedad de artistas callejeros que usan el parque como escenario. Aros, burbujas, marionetas, cantantes, músicos, globos.
Comí algo por la zona y me fui al Museo Picasso. Los domingos después de las 3 de la tarde la entrada es gratis. No soy muy fan de Picasso, pero gratis no podía dejar de ir. Igualmente llegué, y como me habían dicho en el hostel, había bastante cola.
Me dieron el ticket, y me hacía mucha gracia como la gente grande estaba feliz de la vida porque venían dispuestos a pagar y les había salido gratis. Los jóvenes sólo estaban ahí porque era gratis. La diferencia en la actitud era muy notoria.
Dejé la mochila en el locker, esperé unos minutos a que fuera mi hora de entrada, y fui a la exposición temporal primero, y al resto después. Todo estaba escrito primero en catalán, segundo en español, y último en inglés. En 35 minutos lo recorrí todo. Los inicios de Picasso me gustaron, después cuando empezó con el cubismo y el modernismo ya no.
Volví al Parque de la Citadela (o parque dela ciudad), a buscar verde. Había timbaleros y un grupo de zapateo que era increíble. Como 15 personas en circulo aplaudiendo y zapateando de manera impresionante.
Después tomé el Paseo de Joan de Borbo hasta la playa de La Barceloneta. En un extremo el hotel con forma de vela, y después seguí caminando por la rambla (costanera) hasta la otra punta de la playa. Estaba lleno de vendedores y artista de la arena.
Llegué hasta el final de la playa y volví caminando. Por el Paseo Colón vi varias obras de arte en la calle que me llamaron la atención. Aunque la que más me impresionó fue una que vi un poco antes de llegar a esa zona. En la foto de abajo no se aprecia muy bien, pero la escultura es gigante.
Pasé por el Monumento a Colón y finalmente llegué al hostel a descansar un rato. En el hostel no había desayuno gratis, pero había cena gratis. En realidad te cobraban el desayuno y con esa plata pagaban la cena. La cena era una gran oportunidad para conocer gente de todo el mundo y socializar. Comimos todos juntos, y cuando terminamos jugamos al «strip flip cup», una versión adulta del juego para tomar llamado «flip cup».
El juego consistía en dividirse en 2 equipos con igual cantidad de jugadores. Un equipo sentado al frente del otro, y cada participante tenía un vaso de plástico sobre la mesa. En cada ronda, cada participante llenaba el vaso con un poco de sangría (la bebida que hacía el hostel), y esperaba su turno. Los integrantes de cada equipo que estaban en la punta empezaban. Tomaban toda la sangría y ponían el vaso boca abajo, con un borde saliendo de la mesa. Y con un solo toque tenían que hacer que el vaso quedara parrado hacia arriba. Tenían que intentar e intentar hasta lograrlo, y recién ahí era el turno del segundo integrante para tomar todo y dar vuelta el vaso. Así, hasta que un equipo completara todo el desafío. Hasta acá es el «flip cup» normal. El equipo perdedor toma un vaso más de la bebida en cuestión y listo. Pero en la versión «strip», en lugar de tomar un vaso extra, cada persona del equipo perdedor se tenía que sacar una prenda.
Nuestro equipo arrasó. Ganamos todas las veces. A 2 chicas del otro equipo le quedaban sólo 2 prendas, ya se habían sacado todos los accesorios, y justo se acabó la sangría. Just in time, las salvó la campana. Podríamos haber hecho más, pero cortamos ahí porque iba a ser un descontrol.
La mayoría se fue a cambiar porque íbamos a ir a un bar, y yo me quedé dando vueltas por ahí (tampoco tenía mucha ropa como para «salir»). Unos minutos después, conocí a un argentino que estaba aislado sin hablar con nadie por no saber inglés, no se podía comunicar con nadie en el hostel. Es clave aprender inglés! Hasta me contó que se limitaba un montón los destinos por no saber inglés. Tampoco era muy aventurero el chico, pero cálculo que es algo que le debe pasar a muchos. Cómo lo reconocí? Me di cuenta que era argentino por los pantalones deportivos de 3 tiras, y la postura mientras miraba un partido de fútbol en la tele.
Fuimos a un bar y empezamos a hablar de política internacional. La mayoría estadounidenses. Con un canadiense los pusimos en su lugar y terminaron llegando a la conclusión que se querían ir de su país y mudarse a Europa (un poco fuerte lo que le dijimos?). Al mismo tiempo, los más jóvenes estaban tomando y hablando pavadas sin parar.
Al día siguiente me levanté tarde, desayuné y salí a caminar. Ya tenía más o menos armado mi plan, pero lo validé con la alemana que trabajaba en la recepción. Finalmente salí a explorar un poco más de Barcelona.
Entré a el Mercado de Sant Antoni, y no era tan diferente de un mercado en Argentina, pero me divertían mucho las señoras peleándose un lunes a la mañana. De mercado de frutas, verduras y carnes, crucé la calle y se transformó en mercado de ropa y algunos artículos para el hogar. Nada muy novedoso o que llamara la atención.
Pasé por el Museo de Arte Contemporáneo donde estaban los skaters que se creían cracks y seguí caminando. Finalmente a una cuadra de La Rambla, la calle más famosa de Barcelona que hoy en día es un paseo lleno de gente, encontré el Mercado de la Boquería, el mercado más conocido de la ciudad. Muchos jugos de frutas muy vistosos, interesante el predominio de la comida sana.
No entendía porque decía «Nadal» por todos lados. Nadal (el jugador de tenis) es español, pero es mallorquí, no entendía porque tanto fanatismo por el tenis en el lugar con el mejor equipo de fútbol del mundo. Hasta que me di cuenta que «Nadal» significa Navidad en catalán. No me podía parar de reír cuando descubrí eso.
Vi un Apple Store a lo lejos y entré para aprovechar el wifi. Cargué mejor el google maps, y busqué la Casa Calvet y el Palau de la Música Catalana. Pasé por la casa y me fui al Palacio. La entrada al tour guiado por el palacio de la música salía 18€, pero me acordé que tenía una cuponera de descuentos que venía en el mapa del bus que tomé del aeropuerto al centro, y justo tenía un descuento del 20% para este tour, así que lo compré. Igual no fue barato, pero valió la pena, y sino vean las fotos a continuación.
El tour es muy interesante y el guía que nos tocó era muy bueno. Mucha historia en un lugar diseñado y construido por el gran rival de Gaudí: Lluís Domènech i Montaner.
Entre las grandes celebridades que han tocado estaba Daniel Barenboim, el reconocido pianista y director de orquesta argentino, y nacionalizado español, israelí y palestino.
Montaner, el arquitecto, diseñó todo, hasta el mobiliario. Hoy en día es un edificio privado que pertenece al coro del Palau creado por Millet y Vives, y desde 1997 el edificio es Patrimonio de la Humanidad según la Unesco. Es impresionante la cantidad de obras de arte que hay en el edificio.
La claraboya es increíble, pesa una tonelada, y es toda de cristal y hierro. Filtra la luz exterior y funciona como una «gran lámpara».
Es increíble como este edificio sobrevivió los bombardeos de la guerra civil, las décadas contra el modernismo donde se demolieron edificios de este estilo, y que hoy termine siendo Patrimonio de la Humanidad. Suerte, buena conservación, y sin dudas buena administración. El edificio está impecable! Con algunas muy pequeñas diferencias al look original de la inauguración en 1908.
Terminé el tour y salí a seguir recorriendo la ciudad. Se me había ido el mapa del google maps y solo veía al puntito azul moverse sobre un mapa sin nada, todo gris. Pero siempre hay un Mc, Burger King, KFC, Starbucks, o Apple Store a un par de cuadras que me salva con el wifi gratis para recuperar el mapa.
Gracias a la cuponera, terminé en un buffet de sushi, con muchísimas variedades por 11,15€. No como sushi casi nunca porque es muy caro, pero me gusta porque es muy natural y sano. En este caso también fue barato, aunque no tan fresco diría yo. Comi hasta explotar! Había postre pero ya no tenía sentido seguir comiendo por gula.
Terminé de comer y caminé por La Rambla de punta a punta, hasta la Plaza de Colón. De ahí subí hasta el Castillo de Montjuic, es muy duro, no se lo recomiendo a cualquiera, a menos que quieran hacer bastante ejercicio. Ya estaba cerrado y tampoco pensaba entrar, saqué un par de fotos y caminé buscando algún sendero que fuera en bajada.
En el camino fui viendo los distintos edificios construidos para los Juegos Olímpicos del ’92, entre ellos el Palacio Saint Jordi, donde brilló el verdadero y único Dream Team con Michael Jordan, Magic Johnson, Larry Bird, Scottie Pippen, Charles Barkley, Karl Malone, John Stockton, Clyde Drexler y otros monstruos más.
Y la Torre de Telecomunicaciones de Calatrava. Me lo encontraba en todos lados a este tío, joder! En Valencia obviamente (su ciudad natal), en Malmo (Suecia), en Buenos Aires, y ahora en Barcelona. Sin dudas, uno de los mejores lugares para ver el atardecer en Barcelona!
Finalmente seguí bajando y me encontré con el Museo de Arte Catalán, un edificio enorme con unas escaleras muy monumentales que terminan en la «fuente mágica». Que de mágica tiene poco. Me quedé esperando «la magia», y no fue nada del otro mundo. Al museo no entré porque no tenía tiempo, ni quería gastar plata en eso.
Y ese día solo me faltaba subir a la terraza del Shopping Las Arenas, una antigua plaza de toros remodelada. Podía pagar 1€ y subir por el ascensor externo, o bajar unas escaleras, entrar al shopping, disfrutar de las luces navideñas, usar unos baños limpios y subir por las escaleras mecánicas totalmente gratuitas. Claramente elegí la segunda opción.
En la cúpula, había varios restaurantes y una vista 360° que me dio un poco de vértigo, pero que estuvo muy buena.
Al día siguiente tenía planeado ir al Parc Güell y a la Sagrada Familia. Bajé a desayunar y me encontré con José, un chico venezolano que estudiaba en Estados Unidos que también estaba planeando ir a la Sagrada Familia con un estadounidense de origen asiático. Cuando estábamos por comprar las entradas se sumó un australiano de color y terminamos comprando el ticket para la Sagrada Familia (y para subir una de sus torres), los 4 juntos.
Estuvimos como 30 minuto para decidir qué hacer y otro tanto para arrancar el día, son las contras de hacer algo en grupo. Pero en el camino nos matamos de risa y no estuve reflexionando solo todo el día. Además, no tuve que estar atento todo el tiempo, me dejé llevar un poco, por momentos.
Abdul, el australiano nieto de africanos de Djibouti, me contó la historia de discriminación de Australia y como antes había una política solo para blancos. Como los nativos hicieron una embajada en su propio país, y así obtuvieron atención de los medios y la discriminación paró un poco. Muy interesante.
Tomamos el metro y llegamos a la Sagrada Familia, unos 20 minutos antes de nuestro horario de entrada. Dimos unas vueltas por el parque que está al frente y hubo un local que nos llamó mucho la atención. Era un local exclusivo de «caganers». Una figura típica que la gente de Catalunya y de Valencia suele poner en el pesebre escondido en una esquina, si se puede detrás de un árbol, porque es una figura que esta en cuclillas cagando, como su nombre lo dice. Lo interesante es que el lugar tenía no solo el original, sino que también tenía la figura del caganer representado por distintas personalidades mundiales. Jugadores de fútbol, políticos, cantantes, científicos, etc.
Finalmente entramos a la Sagrada Familia. La obra maestra del genio loco de Gaudí. Una de las curiosidades de la famosa basílica es que su construcción comenzó en 1882 y todavía está en proceso. El loco la diseñó con 18 torres gigantescas, todavía faltan varias.
Y si por fuera es un delirio, ni les cuento por dentro. Yo quedé perplejo. Es espectacular, mucho más impresionante que por fuera. Los vitrales son alucinantes y me sorprendió que no tienen santos o figuras religiosas, son arte pura en colores que permiten pasar la luz natural y alumbrar el lugar de diferentes colores. El techo, sin palabras, mejor vean las fotos.
Intenté sacar una panorámica, veamos cómo salió:
Abdul, el australiano, agnóstico, se sacó una foto rezando para mostrarle a su mamá que es musulmana conservadora, un loquito jaja. Y después nos pusimos a hablar de diferentes culturas alimentarias y las influencias en cada país. En un momento se desvirtuó la charla y nos retaron por este riéndonos en la zona de plegaria. Y el norteamericano se enojó, porque al parecer era religioso. Seguimos recorriendo el lugar por dentro, con nuestros cuellos dando vuelta para todos lados, admirando esta locura de edificio. Hace más de 100 años que la están construyendo y se ven las cosas a medio hacer, no sólo afuera, sino también por dentro. Falta mucho por hacer, una locura!
Adbul también me comentó como el ayahuasca está de moda en Australia, y como los amigos se habían puesto locos después de consumirla. Subimos a la torre los 4 y por momentos me dio mucho vértigo. No es como en el Duomo de Milán, no es una gran superficie, no es como subir al techo. En el caso de la Sagrada Familia, subir a la torre, al menos a la «Torre Pasión» que es a la que subimos nosotros, es subir a una torre. Finita, chiquita, con mucha gente. Me dio vértigo. Bajé y esperé a los chicos unos minutos.
Caminamos mucho buscando el bar que el estadounidense había buscado en Tripadvisor. Según él era uno de los mejores puntuados, y quedaba en el camino al Parc Güell, nuestro siguiente destino. Supuestamente era barato y para locales, los mejores lugares para ir. Caminamos muchísimo y todo en subida. Por suerte eramos 4 y teníamos mucho para hablar de nuestras diferencias culturales y de nuestros viajes.
Después de una gran comida (y muy barata) fuimos al Parque Güell. Caminamos por todos lados, sacamos fotos y seguimos charlando de la vida. Varios vistas panorámicas. Mucha política internacional. Una de las conversaciones que más me acuerdo fue con Abdul. No podía creer que yo casi que no tomara alcohol nunca. Él no sólo tomaba, sino que tomaba sin que su familia musulmana supiera. Y tomaba mucho. Después de 15 minutos, cuando se dio cuenta que tomaba para superar la timidez, y fundamentalmente después que se dio cuenta que gastaba fortunas en el alcohol, dijo que iba a probar dejar un tiempo. La verdad no creo que lo haya hecho. Pero la conversación fue divertida.
Ahorrar es siempre una cuestión de prioridades. Si no tenés plata para viajar pero salís todos los fines de semana y gastas en alcohol y fiesta, quiere decir que la fiesta es más importante que los viajes, es así. Todo lo demás son excusas. No está ni bien ni mal, simplemente es así. Las prioridades las definimos con nuestras acciones, no con nuestras palabras. Cada uno tiene las suyas y estás bien. Pero no me vengan a decir que no viajan porque no les dan días en el trabajo, o porque no tienen plata. Priorizan el trabajo, o priorizan la plata. No priorizan el viaje. Y así para todo. Priorizan el trabajo y no la familia, etc.
Volviendo al relato, uno de los chicos ya había ido al parque, y decidimos no entrar a la zona que había que pagar, y terminamos caminando por las afueras, por un recorrido alternativo. Quizás no vimos lo más famoso, las locuras de Gaudí, y su juego con la naturaleza, pero decidimos ir por la naturaleza más natural. Caminamos siempre en dirección hacia arriba, y terminamos en la punta de la montaña, en la cima de todo, con una vista panorámica de Barcelona de un lado y el atardecer del otro.
En la cima de la montaña estábamos sólo nosotros 4 hasta que subieron unos checos y les pedimos que nos sacaran una foto.
Más tarde nos fuimos a comer a un lugar de hamburguesas muy buenas en la costa y de ahí de vuelta al hostel.
Al día siguiente me levanté tarde, lavé la ropa, no pude coordinar un almuerzo con un amigo que vive en Barcelona, y al final dejé un par de cosas sin hacer. Me faltó explorar la Casa Batlló, la Casa Milá (conocida como La Pedrera), y la Casa de les Punxes. Todas casas famosas de Barcelona por su arquitectura particular. Las dos primeras del máximo exponente del modernismo catalán: Antoni Gaudí. Una buena excusa para volver!
Terminé de hacer todo en el hostel y fui caminando hasta Plaza España, tomé el bus para el aeropuerto y listo. Salí para Fuerteventura, Islas Canarias!! A tomarme unas vacaciones dentro del viaje!! Chau frío, hola playa, hola mar!!
flavia dice
Te pasaste de superior a excelente!!
Francisco Ortiz dice
Graciaas!! Barcelona estuvo excelente!
Javier dice
Gracias por el artículo, me agrada mucho que te guste Barna. Solo comentarte una cosa, no nos vamos a independizar nunca y te lo dice un catalán, de Barcelona. Lo que ocurre es que esa minoría independentista es la más exaltada y controla todos los resortes del poder en Cataluña. Por ejemplo, los carteles de los negocios tienen que estar en catalán y si los pones en español, te multan. Si no pones banderas catalanas o independentistas, estás señalado como fascista. Si tienes un periódico y no hablas a favor de la independencia, no tienes publicidad institucional y al final tienes que cerrar y así un largo etc etc Se manipula la presencia en las manifestaciones, ahora dicen que si van hasta casi dos millones en dos avenidas cuando la población de Barna es de 1.6 millones por eso te digo que se jugará a la independencia para que el gobierno de España nos siga dando ventajas y dinero, mientras tanto seguiremos vendiéndoles ya que el resto de España es nuestro principal mercado porque si dejan de comprarnos, tendremos que emigrar. Saludos y felicidades por tu blog
Francisco Ortiz dice
Javier, gracias por tu comentario, está muy bueno leer este tipo de opiniones de alguien local, muy interesante.
Saludos desde Albania!
Belu Sosa dice
Hola Fran, estuve leyendo un poco todo y la verdad que alusinante!!!! Yo soy argentina y tengo ganas de irme a vivir a Barcelona. Qué me recomendas en cuestiones administrativas y tramiterío hacer?? Sabes si puedo averiguar por Barcelona?? Yo justo vine ahora y estoy hasta fin de mes. Estoy encantada con esta ciudad y quiero venirme a vivir acá
Francisco Ortiz dice
Belu, Barcelona es muy linda, tiene un poco de todo y una gran movida cultural. La forma más «fácil», como en todos lados, es conseguir trabajo en blanco. Para quedarte en la Unión Europea por largo lo mejor es tener trabajo formal y si sos bueno la empresa se encarga de todo. Otra alternativa es sacar la visa working holiday de algún otro país europeo (duran máximo 1 año). Puede ser Dinamarca, Francia o Alemania. EL tema es que con esta opción solo vas a poder trabajar en el país que te de la visa y vas a poder estar dentro de Schengen por 1 año, después tenés que salir. Otra que se me ocurre más a largo plazo es investigar tus raíces y seguro que en algún momento llegan a Europa y empezar los trámites para que todo sea más fácil más adelante.
Espero que te sirva, saludos!
Lluís dice
Francisco,me alegro que te gustara visitar la capital de mi país. Para la próxima te faltó visitar el Passeig de Gràcia, con edificios preciosos como la Pedrera o algunos rincones del Barri Gòtic como el Born o Santa María del Mar.
Cuando vuelvas no te olvides de ir a Montserrat, a Sitges, a Girona y a Cadaqués, el pueblo de Salvador Dalí, en la Costa Brava.
Y en respuesta a Javier estoy de acuerdo con él. Dejen de contar manifestantes y contamos votos. Veremos si los catalanes queremos seguir siendo más pobres dentro de una España que no acepta la diversidad o preferimos construir un nuevo país lleno de oportunidades que mira su futuro hacia Europa y el Mundo.
Francisco Ortiz dice
Lluis, gracias por tus recoemdanciones, las tendré muy en cuenta. Sin dudas que me falta explorar mucho toda esa zona. Respecto del tema político, la verdad no estoy suficientemente informado pero a nivel general estoy de acuerdo en que se respeten la decisiones tomadas en las urnas.
Saludos!
Lluís dice
Grande! Tienes que volver, hazme caso 🙂
He descubierto tu página porque estoy preparando viaje a Hawaii y es muy muy útil todos los consejos que explicas. Los seguiré al pie de la letra!
Francisco Ortiz dice
Volveré, volveré.
Buenísimo! Éxito en tu viaje!