Sigo recorriendo Buenos Aires los fines de semana en mi tiempo libre. Esta vez, mi mamá me había venido a visitar desde Córdoba, y fuimos a recorrer algunos lugares que ella no había visitado antes.
Primero fuimos a Plaza Francia, el sábado por la mañana. Desde nuestro hotel en plena calle 9 de Julio, al frente del obelisco, fuimos caminando por la «ex calle más ancha del mundo» hasta la distinguida avenida Alvear. Caminamos por Alvear contemplando los espectaculares edificios de estilo francés que la rodean, fascinados. Embajadas, hoteles 5 estrellas, galerías de arte, tiendas de primer nivel mundial, etc. Todo muy «paquete»!
Entramos a una galería a dar una vuelta. Los precios eran una locura, 100% para extranjeros con muchos locales de cuero, cuchillos, trabajos en plata, etc. A la salida de la galería me encontré con un teléfono público pintado con el típico estilo porteño, muy bueno!
Seguimos por Alvear hasta Plaza Francia. La zona estaba repleta de extranjeros, en la calle se escuchaban todos los idiomas. Los caminitos de la plaza estaban todos llenos de puestos de artesanos vendiendo sus creaciones. Muy divertido y algunos muy interesantes. No compramos nada, pero es un lugar lindo para recorrer. Lleno de extranjeros de todo el mundo.
Fue muy interesante escuchar a un artesano dándole lecciones de Marketing a otro artesano. Conversación literal:
«Tus cosas no las podés cobrar menos de 50 pesos. 50 es el punto clave. Menos es muy barato, y siempre tienen que ser números redondos, es un quilombo dar vuelto siempre y a nadie le interesan los billetes chicos. Vos pensá, son 5 dólares nomás, es un regalo para ellos, si hacé eso, vas a ver que es clave. Cuando les decís más de 50 lo piensan, si les decís 50 sacan el billete y lo compran…»
Yo no podía parar de reírme por dentro. Con lo que sí me divertí es «perfilando» a los extranjeros. Debo estar viendo demasiado Criminal Minds, pero la verdad es que es algo muy divertido y suelo leer bastante bien a los distintos tipos de extranjeros.
Ahí mismo en la plaza está el Buenos Aires Design, un mall temático dedicado especialmente al diseño, equipamiento y decoración. Había artículos muy interesantes, pero bastante caros. De ahí subimos al Centro Cultural Recoleta que está ahí mismo, arriba del mall, y dimos una vuelta. Estaba todo cerrado, pero accedimos a una muy linda vista de los Bosques de Palermo, de la Facultad de Derecho, y de la Flor (Floralis Genérica) de Buenos Aires.
De ahí nos fuimos a comer a la vuelta a un bodegón español, a una cuadra del famoso Cementerio de la Recoleta. No entramos al cementerio porque la verdad que no nos interesa mucho ver lápidas, bóvedas o mausoleos llenos de muertos. En lugar de eso entramos al Recoleta Mall, un shopping bastante lindo donde terminamos comprando unos libros.
Como ya habíamos caminado mucho en el día, volvimos al hotel a descansar un poco. Nos despertamos a la noche y nos fuimos directo a Plaza de Mayo. Durante la tarde había estado buscando eventos en la aplicación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: Agenda Cultural. Un evento nos llamó la atención. Patio Gastronómico de las Colectividades en Buenos Aires. Se hacía en Av. de Mayo desde Bolívar hasta Chacabuco.
Como llegamos tarde ya estaba todo montado y andando. Un escenario principal donde desfilaban las reinas de cada colectividad y había shows, pantallas gigantes, dos hileras de stands de comida de cada colectividad, y mucha gente.
Empezamos por la paella de España. Estaba espectacular! Después recorriendo un poco los stands nos cruzamos con los austríacos que estaban de súper fiesta cantando y bailando, muy locos, todos con sus atuendos típicos, muy bueno. Hasta tenían una foto de Arnold Schwarzenegger, probablemente su exponente más famoso.
De repente empezó a tocar una banda y el cantante le metía toda la onda. Imitaba a Cerati y a Axel, y la verdada es que lo hacía muy bien. Tenía toda la fiesta. Dato curioso: era muy parecido a Fariña, el ex de Karina Jelinek, acusado entre otras cosas de participar en un a red de lavado de dinero que involucra a los Kirchner.
Los hippies borrachos vendiendo artesanías en la calle, en el medio de los puestos de comida; los colores bolivianos, todo el ambiente nos daba muchas ganas de seguir probando comida típica. Nos tentó el puesto de Dinamarca. Compramos una salchicha con cebolla caramelizada (Pølsehorn: cuerno vikingo). Muuy buena!
La música del País Vasco, con instrumentos muy raros. Se escuchaban idiomas de todo el mundo, parecido a lo que habíamos vivido por la mañana. El evento fue conducido por Verónica Varano y ganó el premio a la reina la representante del Líbano. En el cierre hubo un show de fuegos artificiales.
Los alemanes, eficientes como siempre en todo, no pararon de vender, un éxito el puesto. Los irlandeses promocionando St. Patricks y tours por Irlanda. La verdad que es muy bueno tener este tipo de eventos gratuitos en la ciudad, y pensar que de casualidad lo encontré en la app de la ciudad.
Las reinas bailando con mucho ritmo al final, no paraban. La de Haití la rompía, bailaba muy bien. Era increíble la diferencia entre las calurosas caribeñas y las frías y duras europeas del norte. Una parecían bailarinas profesionales, llevaban la música en la sangre; y las otras unos robots.
Antes de irnos nos comimos un Gyro griego (parecido al shawarma), que estaba muy rico. Mientras todos estaban levantando los puestos, los peruanos se pusieron a full con los sikus a tocar en una gran ronda. Por último hay que destacar al DJ que estaba la final de la calle y que ponía buena música pero no sabía ni hablar cuando quería levantar a la gente. A su alrededor había más negras que la rompían bailando.El Patio Gastronómico de las Colectividades terminó siendo una salida muy divertida, tranquila, diferente, cultural, interesante.
A la vuelta volvimos caminando y nos encontramos con la réplica de la Garganta de Diablo, una de las cascadas más famosas de las Cataratas del Iguazú (una de las nuevas 7 maravillas del mundo), en plena avenida 9 de Julio, una locura.
Caminamos varias cuadras por el medio del carril de paradas del Metrobus y la verdad es que es excelente, parece de otro país. Muy bien iluminado, mapas por todos lados, muy señalizado y limpio!
Al día siguiente fuimos a desayunar a un típico café de Buenos Aires. Lo más interesante de estos lugares son las charlas de café de buenos aires por la mañana. Son todos economistas y sociólogos, todos saben las soluciones a los problemas del país. La típica comparación con Estados Unidos de siempre; las charlas enérgicas, casi a los gritos; los clásicos lectores que se sumergen en los libros por horas, los tecnológicos que despliegan notebooks, netbooks y tablets, etc. Un ambiente muy divertido y muy variado.
El fin de semana siguió, pero nada muy interesante para contar que no haya escrito en otro post anterior, así que hasta la próxima!
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