Hace unos días, estaba chateando con un amigo que se recibió conmigo y nunca empezó su carrera profesional. El decidió irse de viaje y no volver a establecerse jamás; y mientras conversaba con el, me encontré con un artículo muy interesante sobre las relaciones y los viajeros. Yo le estaba contando de mi ruptura con mi ex novia, justamente por el hecho de querer viajar como estilo de vida, y el me mandó el link para leer un artículo que lo explica de una manera muy simple.
El que no ama viajar, no entiende el artículo, pero quienes somos viajeros en serio, más allá de la cantidad de destinos visitados, nos parece una excelente descripción de la diferencia de las relaciones entre gente normal y la gente que viaja, no como turista.
El texto original lo escribió una chica, yo voy a tratar de adaptarlo para que se ajuste a mi realidad.
NO SALGAS CON UN CHICO QUE VIAJA
Es ese que va despeinado y que tiene el pelo un poco quemado por el sol. O el pelado que se rapó para no tener que peinarse todos los días y estar prolijo sin gastar un peso. Su piel no está como al principio. Pero tampoco bronceada. Su piel tiene marcas de quemaduras, de heridas y probablemente de alguna que otra picadura. Pero cada una de esas cicatrices tiene detrás una interesante historia que contar.
No salgas con un chico que viaja. No es fácil tenerlo contento. Las típicas noches de cena y peli en un shopping lo aburren. Se siente incómodo entre tanta gente. Lo que busca su alma son nuevas experiencias y aventuras. No le impresionarán tus joyas, ni tu reloj caro, ni tu maquillaje. El te quiere al natural, simple. Preferiría estar escalando un volcán o saltando de un paracaídas antes que escuchar cómo presumes de tus nuevas adquisiciones.
No salgas con un chico que viaja porque no te dejará tranquila hasta que no reserves ese vuelo que está en oferta. No se irá de fiesta a las mejores discotecas. Y nunca pagará más de 100 dólares por un concierto, porque sabe que un fin de semana de fiesta equivale a una semana mucho más emocionante en cualquier lugar lejano.
Existe la posibilidad de que no consiga un trabajo estable. O puede que esté todo el día pensando en dejarlo. No quiere seguir matándose por algo que no es su sueño, sino el de otra persona. El tiene el suyo propio, y ya está trabajando en ello. Es autónomo. Gana dinero dibujando, escribiendo, haciendo fotos o cualquier otra cosa que requiera creatividad e imaginación. No pierde el tiempo quejándose de su aburrido trabajo. Si lo que quieres de él es estabilidad laboral y un ingreso fijo, estás en el lugar equivocado.
No salgas con un chico que viaja. Probablemente haya malgastado su tiempo en la universidad y haya probado diferentes carreras. Ahora trabaja de instructor de ski o de surf, o de mozo. No está seguro de cuándo volverá a cobrar, pero al menos no trabaja como un robot cada día, sino que va y viene, aprovecha lo que la vida le ofrece, y te reta a que tú hagas lo mismo.
No salgas con un chico que viaja, porque ha elegido una vida de incertidumbre. No tiene un plan seguro ni una dirección permanente. Se deja llevar, y sigue el instinto de su corazón. Baila al ritmo de su propia música. Sus días los marca el sol y la luna. Cuando hay olas, la vida se detiene y el deja todo lo demás para otro momento. Pero sabe que lo más importante en la vida no es el surf.
No salgas con un chico que viaja, porque suele decir lo que piensa. Nunca intentará impresionar a sus padres ni a sus amigos, menos a los tuyos. Sabe lo que es el respeto, pero no tiene miedo de lanzar un debate sobre cuestiones globales, temas polémicos (política, religión, armas, etc.) y responsabilidad social.
Nunca te necesita. Sabe cómo montar una carpa y cómo poner un tornillo sin tu ayuda. Sabe cocinar y no necesita que tú le pagues la cena. Es demasiado independiente y no le preocupará que viajes o no con el. Se olvidará de esperarte en el aeropuerto para hacer el check-in juntos. Vive el presente. Habla con desconocidos. Va a conocer a mucha gente interesante de todo el mundo, gente que piensa igual que el y que comparte su pasión y sus sueños. Contigo se aburrirá.
Por tanto, nunca salgas con un chico que viaja a menos que puedas seguirle el ritmo.
Y si, involuntariamente, te enamoras de uno de ellos, no intentes retenerlo. Déjalo ir.
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Les dejo el link al artículo original levantado por el diario La Nación: «No salgas con una chica que viaja»
Ya lo habia leido y me encanto.. espero ser esa chica viajera y/o compañera de viajes! Es dificil pensar no retener y dejarlo/a ir, pero comparto!
Buenisimo fran !!! M siento orgullo de haber aportado mi granito d arena a la página hajaja abrazo !
Gracias!! Antes de que emprendas el viaje por el sudeste y termines en Australia, tengo que hacerte una entrevista para el blog!!
Saludos viajeros!
Hola Fran! estoy por acá recorriendo tus antiguas entradas y esta está del carajo :)… Hoy estaba hablando de ello con una chica con la que estoy «saliendo» acá en Vietnam…. Bueno, seguiré escarbando.
Saludos y sigue disfrutando!
Gracias David, no es fácil salir con un chico que viaja jaja lo mejor es encontrar una chica que viaje para que nos entienda más y tengamos experiencias similares.
Saludos!
Si te gusta viajar nunca te cases con una persona que ame lo material y odie viajar . Porque pasas de ser viajero a ser una ave con las alas rotas .jajajaj
Totalmente de acuerdo 😉