Plovdiv es una de las ciudades más antiguas del mundo (4.000 a.c.) y la segunda ciudad más importante de Bulgaria. Su historia es increíble porque ha cambiado de manos tantas veces que es necesaria una gran memoria para poder contar su historia. Primero fueron los tracios, después los macedonios, romanos, búlgaros, bizantinos, cruzados, etc. Esto se ve claramente al recorrer la ciudad donde se pueden ver pedacitos de historia a cada paso.
Europa del Este y sobre todo Los Balcanes es una mis regiones favoritas del mundo pero por alguna razón hasta hace poco no había explorado Bulgaria. Así que cuando surgió la oportunidad de visitar Plovdiv, no lo dudé porque sabía que había mucho que ver.
De hecho, todo el mundo me recomendaba conocer Plovdiv y todos coincidían en que no tenía comparación con Sofia. Esta última más gris y bastante desordenada y Plovdiv colorida y más vibrante, más limpia.
Y cuánta razón tenían.
Nosotros estábamos haciendo base en Bansko por un mes y nos tomamos un fin de semana para explorar Plovdiv. Alquilamos un auto y manejamos las 2 horas que separan el interesante pueblo en el medio de las montañas de esta enigmática ciudad.
Para poder aprovechar al máximo nuestros días, nos contactamos con la gente de Enjoy Plovdid y creamos un itinerario para ver lo mejor de Plovdiv en el tiempo que teníamos disponible.
Jardines del Tzar Simeon (aguas danzantes)
Siempre que voy a una gran ciudad y estoy planeando qué lugares visitar, identifico los grandes espacios verdes en el mapa. Es una de las primeras cosas que hago porque disfruto de caminar por los senderos rodeado de árboles y mayormente en silencio. Me gusta ver a la gente haciendo ejercicio y por qué no leyendo algo en un banco o simplemente disfrutando de la naturaleza.
Los Jardines del Tzar Simeon no fueron la excepción. Gran espacio verde en el centro de la ciudad, muy bien cuidado, muy limpio, mucha gente dando vueltas y hasta un lago con aguas danzantes. Gran lugar para empezar nuestro recorrido por la ciudad aprendiendo un poco de la historia de Plovdiv.
Peatonal de la ciudad
De los Jardines fuimos directo a la peatonal principal de la ciudad. Es una calle muy pintoresca, rodeada de edificios clásicos coloridos al inicio y a medida que íbamos avanzando se iba volviendo más comercial.
Plaza de la ciudad
A pocas cuadras de los Jardines, caminando por la calle Calle Principal (así la llaman los locales más que por su verdadero nombre) encontramos la plaza principal de la ciudad. Si bien no tiene nada especial, es un buen lugar para tomar fotos o hacer algún video ya que es un espacio más abierto que la calle peatonal por la que veníamos transitando.
Estadio Romano
Siguiendo por la misma calle, nos encontramos con los restos de lo que fue un enorme estadio en la época romana de la ciudad. Y cuando digo que era grande, créanme. Hoy en día solo se puede ver uno de los extremos que está debajo de la calle principal y hasta se puede entrar a dar una vuelta. Pero cuando estaba completo, podía albergar a 30.000 personas ya que medía 240 metros de largo y 50 metros de ancho.
Mezquita Dzhumaya
Al levantar la vista del Estadio Romano, nos encontramos con la mezquita más importante de la ciudad. Es muy interesante ver como en Bulgaria, al igual que en la mayoría de los países europeos donde a lo largo de la historia la religión más extendida fue cambiando, hoy en día se puede ver como la gente convive en paz más allá de su preferencia religiosa.
Si nunca han tenido la posibilidad de visitar una mezquita, les recomiendo que entren a verla. Y si tienen la suerte de que es viernes y pueden presenciar el día de oración, mucho mejor.
Iglesia de Santa Madre de Dios
Hoy en día la religión principal en Bulgaria es la cristiana ortodoxa y esta iglesia es una de las más importantes de la ciudad. Al igual que en el caso de la mezquita, si nunca han tenido la chance de ver una iglesia ortodoxa por dentro, les recomiendo entrar a verla.
Son muy diferentes a las iglesias católicas. De primera impresión, todo es más colorido, más gráfico, más oro y no hay dónde sentarse.
El resto se los dejo en el aire para que lo descubran ustedes.
Centro histórico
Sin lugar a dudas, una de las cosas que más me gustó de Plovdiv fue perderme por las callecitas empedradas de su centro histórico y admirar las casas tan particulares que están por todos lados y que han sido muy importantes a lo largo de la historia y evolución de la ciudad.
Teatro Romano de Philipoppol
En el camino al centro histórico, nos encontramos con un teatro romano increíble donde hoy en día se hacen conciertos de primer nivel mundial. Es uno de los teatros antiguos mejor conservados que he visto.
No hay que confundirlo con el antiguo Estadio Romano. El Estadio está debajo de la peatonal principal, tenía forma ovalada, era muchísimo más grande y hoy en día es solo una atracción turística.
El Teatro Romano tiene una gran vista de la ciudad, es semi circular y sigue funcionando. Puede llegar a albergar hasta 7.000 personas para un concierto.
Visualmente, me hizo acordar mucho a las ruinas en Éfeso, Turquía.
Iglesia de San Constantino y Helena
Esta iglesia ortodoxa fue construida en el año 337 y vale la pena visitarla aún si no son religiosos porque van a quedar impresionados por sus colores.
Fue destruida y reconstruida varias veces a lo largo de la historia y el edificio actual fue levantado en el año 1832. Los frescos que se pueden ver en las paredes son increíbles.
Casas particulares convertidas en museos
El centro histórico está lleno de casas tradicionales de diferentes colores que lo vuelven un sitio muy atractivo para los que buscan fotos para sus cuentas de Instagram. Pero lo más interesante no está afuera, sino dentro de ellas.
Por suerte, muchas de estas casas tradicionales de Plovdiv son museos abiertos al público hoy en día. Así que uno puede entrar e imaginarse cómo funcionaban esas mansiones con habitaciones amobladas con grandes lujos y techos de madera que dejan con dolor de cuello a todos.
Yo no podía dejar de admirar los trabajos en madera que tenían esos techos fabulosos.
Las más destacadas son las casas Balabanovs y Hindliyan.
Vista panorámica desde el Fuerte Nebet Tepe
Estábamos admirando las casas tradicionales cuando nuestra guía nos sugirió hacer un desvío. Caminamos unos pocos metros y terminamos en el medio de las ruinas del antiguo Fuerte Nebet Tepe en la cima de una colina. Si bien quedan muy pocos rastros del fuerte, todavía se ven algunas piedras que invitan a imaginar las paredes de la antigua construcción.
Pero no fuimos ahí para ver el fuerte precisamente, nos acercamos a ese lugar porque se accede a una vista panorámica de la ciudad sin igual.
Lo más curioso es que se puede identificar claramente el centro histórico con sus colores de un lado y construcciones más grises y comunistas del otro. La diferencia es muy notoria.
Detrás del centro histórico también se pueden identificar otras colinas entre las cuales se encuentra la ciudad. La más grande, Dzhendem Tepe o la colina de la juventud porque es ahí donde se suelen juntar los jóvenes a pasar el rato. Bunarzhik o la colina de los liberadores, la segunda más grande donde la gente de Plovdiv suele ir de picnic. Por último, Sahat tepe o la colina Danov donde hay una antena de televisión hoy en día, aunque se cree que en épocas romanas había un templo de Venus.
Kapana cafés
Esta zona es la más trendy y hípster de la ciudad. Está a pocos metros de la plaza principal y se respira un aire diferente. Es el lugar ideal para ir a tomar algo, descubrir street art por todos lados y en general pasar un buen rato mientras se exploran las diferentes callecitas llenas de cafés y negocios creativos.
Pero esta zona no siempre fue así. Originalmente era el lugar de artesanos en la ciudad. Hace unos años, principalmente en miras de ser la Capital Cultural Europea en el 2019, decidieron cambiarle la cara al barrio. Los únicos rastros de esos tiempos son los nombres de las calles: Kozhuharska (calle del cuero), Zhekezarska (calle del hierro) y Zlatarska (calle del oro).
Hoy en día Kapana está lleno de cafés hípsters muy creativos y originales, de galerías de arte, ateliers, restaurantes, estudios, etc.
Uno de los que más me llamó la atención fue una copia del Central Perk de la serie Friends, de la que soy fan.
Vale la pena perderse por las callecitas peatonales de Kapana y disfrutar de esa onda creativa y alternativa del lugar. Debo admitir que fue uno de mis lugares preferidos de la ciudad.
Tour por la Bodega Midalidare y noche en el Hotel Midalidare
¿Está mal si digo que lo que más me gustó de nuestro viaje a Plovdiv no está precisamente en la ciudad de Plovdiv?
Gracias a la recomendación de la gente de Enjoy Plovdiv, encontramos este diamante en bruto a unos 82 kilómetros de la Plovdiv. Como habíamos alquilado un auto, no tuvimos problemas en llegar, aunque igualmente ellos nos habían ofrecido un transfer desde la ciudad.
La primera parte del camino fue de ruta, pero el último trayecto fue muy interesante entre bastante vegetación para finalmente terminar en un pueblo en el medio de la nada. Pero no piensen que por estar en el medio de la nada en Bulgaria, la bodega y el hotel no eran buenos. Más bien todo lo contrario.
Si bien habíamos visto algunas fotos, no sabíamos mucho qué esperar y nos llevamos una gran sorpresa.
Llegamos a la tarde así que nuestro tour por la bodega quedó para el día siguiente, pero aprovechamos para disfrutar de las instalaciones del hotel que antiguamente era el colegio de la ciudad.
Resulta que un millonario de Kazakhstan compró la propiedad y las tierras aledañas e invirtió mucho dinero para crear un hotel de muy alta calidad y los viñedos.
Esa tarde la pasamos entre la pileta, el jacuzzi y los 5 tipos de sauna diferentes que tiene el spa del hotel. Todo un lujo.
Disfrutamos de una cena de primer nivel con un vino Cabernet Sauvignon (mi preferido) de la bodega Midalidare y de una atención espectacular. El mozo que nos atendió había vivido en España mucho tiempo así que conversamos bastante. Gran experiencia.
A la mañana siguiente fuimos temprano a la bodega que está a unos pocos metros del hotel. Como nuestro tour era en inglés, terminó siendo un tour privado.
Recorrimos una por una todas las instalaciones de la bodega y nos explicaron la historia del lugar, el proceso de elaboración del vino desde la tierra hasta la góndola del supermercado y por último degustamos 8 vinos diferentes de la bodega.
Una experiencia súper recomendable para todo amante del vino o todo aquel que quiera un escape de la ciudad con las comodidades y los servicios de un hotel de primer nivel internacional.
Como pueden ver, Plovdiv tiene un poco de todo. Mucha historia pero también una zona moderna y juvenil que sorprende a más de uno.
En este video pueden ver un resumen de nuestra visita a Plovdiv.
¿Habías escuchado hablar de Plovdiv? ¿Alguna vez pensaste que había tanto para ver y hacer en esta ciudad búlgara?
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